Pese a que el superintendente de Salud, Fabio Aristizábal se defendió de la denuncia que hizo en su contra, a mediados de enero, la Red de Veedurías, en cabeza de Pablo Bustos, sobre una presunta relación en delitos de interés ilícito en la celebración de contratos, lo que deja ver esta acusación es la trama corrupta y de “amiguismos” en que desde hace mucho tiempo se mueve el sector salud en el país.
Fabio Aristizábal argumenta que cuando sostuvo las conversaciones que se escuchan en los audios, en poder de la Fiscalía, con el ex-interventor de la extinta EPS Saludcoop, Guillermo Grosso, él no era funcionario público,
La denuncia que Bustos presentó ante la Fiscalía, se basa en unos audios que dio a conocer en los que Aristizábal conversa con el ex interventor de Saludcoop Guillermo Grosso —investigado por la Procuraduría, Fiscalía y Contraloría por múltiples hechos de posible corrupción— y con los cuales, supuestamente, comprobarán que Aristizábal había recibido dinero de empresas e instituciones prestadoras de salud por los pagos de cuentas médicas de las I.P.S que prestaban sus servicios a E.P.S. entre el 2015 y 2018.
El ex-interventior Luís Guillermo Grosso, está relacionado en un caso de corrupción donde fue acusado de que mientras estuvo a cargo de la intervención de Saludcoop, hubo un detrimento patrimonial de más de $80.000 millones, por haber supuestamente sobrepasado el presupuesto de gastos de administración.
La Contraloría indicó que Grosso en Cafesalud se gastó más de $2.000 millones en escritorios, televisores, neveras, entre otros, a pesar de que ese dinero solo podía invertirse en garantizar la prestación de servicios de salud para los afiliados. Y en el 2020 fue llamado a juicio disciplinario por la Procuraduría General.
En el primer audio se escucha a los acusados donde comentan “sobre un negocio personal, poniendo de manifiesto un evidente conflicto de interés en la contratación con SARPA SAS, empresa contratista de Saludcoop”.
En el segundo, tercer y cuarto audio se manifiesta un conflicto de intereses con Sarpas SAS ya que “el Superintendente Nacional de Salud Supersalud Fabio Aristizábal habla con Luis Guillermo Grosso sobre un negocio personal”.
Agrega al final del hilo de twitter que “Fabio Aristizabal habría ocultado información clave al expresidente y senador @AlvaroUribeVel cuando fue su asesor en el senado”.
Finalmente, la denuncia terminó afirmando que “cuando se firmaron los contratos de Sarpa y Cafesalud, Fabio Aristizábal era asesor de la Comisión Séptima del Senado”.
En su defensa, el Superintendente dijo que, para la época en la que tuvo esos diálogos con Grosso ninguno de los dos era funcionario público.
Respuesta del Superintendente
“Nada irregular ni objeto de reproche puede derivarse de esas conversaciones”, dijo Aristizábal en un comunicado, en el que señaló que, para el momento en que tuvo esas “no existía ningún cuestionamiento penal” sobre su interlocutor, que había sido presidente de Cafesalud y era interventor de Saludcoop. Pero, para el director de la Red de Veedurías, Pablo Bustos, el ahora superintendente tendría un conflicto de intereses, “en la contratación con Sarpa SAS, empresa contratista de Saludcoop” y “habría ocultado información clave al expresidente Álvaro Uribe Vélez cuando fue su asesor”.
No obstante, Aristizábal, que fue candidato al Senado por el Centro Democrático, respondió que él comenzó a ser servidor público el 13 de agosto de 2018, fecha en que asumió como Superintendente y que nunca trabajó ni de asesor ni de miembro de la UTL de ningún congresista. Además, aunque sí pasó por la empresa Sarpa, esta “no ha sido objeto de cuestionamiento público por parte de ninguna autoridad en Colombia”, según se lee en un comunicado que publicó. Y, en efecto, en las investigaciones a las que se ha vinculado Grosso esta empresa no ha sido mencionada.
De hecho, la Superintendencia se declaró víctima en el proceso penal que se le sigue a Grosso y a la ex-superintendente delegada Eva Carrascal porque, al parecer, esta última aceptó diversos sobornos de IPS con el apoyo del entonces interventor de Saludcoop; un escándalo que data de antes de que Aristizábal fuera superintendente.
Finalmente, afirmó que las conversaciones con Grosso giraban alrededor de las acreencias que tenía la EPS Cafesalud con sus prestadores de servicios y la situación en que iban a quedar con su liquidación; “el contexto (de la conversación) correspondía a la pregunta que todo el sistema de salud se hacía para esa fecha: Si Cafesalud iba a tener la capacidad de pago para cumplir con las obligaciones con sus acreedores públicos y privados”.
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