Avalado por el Partido Conservador y el Movimiento Alternativo Social Mas, el candidato a la alcaldía del municipio de Barbacoas (Nariño), Mario Hurtado Quiñones no es precisamente un dechado de virtudes, ni de pulcritud, por el contrario, hace parte de la lista de cuestionados políticos que a pesar de su historial corrupto, se presentan con la cara lavada a una nueva contienda electoral.
Por segunda ocasión Hurtado aspira gobernar Barbacoas, un municipio nariñense con una población de casi 60 mil habitantes con unos índices de analfabetismo superiores a la media nacional. Entre algunos cuestionamientos que se le hacen es la supuesta compra de votos que está ofreciendo para asegurarse la Alcaldía.
Por ello, el periodista Gonzalo Guillén, en su cuenta de Twitter (X), le hizo el siguiente cuestionario a Hurtado, basado en los rumores que circulan en la población.
—¿Es verdad que usted está ofreciendo 300 mil pesos por voto y un millón para cada familia que se comprometa con su campaña?
—¿Es verdad que su alianza con el líder tumaqueño Neftali Corre la pagará entregándole la mitad de la administración municipal?
—¿Es verdad que su alianza con Berner Zambrano a quien usted hizo que le quitaran la curul del Concejo, fue como pactar con el diablo?
—¿Es verdad que su financiación de la campaña la está haciendo con dineros que le quitó a la mama de alias ‘Matamba’?
—¿Es verdad que usted es uno de los candidatos con más denuncias en el aparato judicial colombiano, principalmente por amenazas a sus contradictores?
—¿Es verdad que usted pagó a la comunidad para que taponara vías y generar desorden?

Mario Hurtado es un abogado penalista, conocido en el Pacífico como defensor de acusados por la ley 30 de 1986 o ley de estupefacientes y empresario del negocio de la gasolina.
Participó por primera vez como candidato a la Alcaldía de Barbacoas en las pasadas elecciones del 2019, avalado por una coalición entre los partidos Liberal y Conservador, perdiendo por apenas 19 votos con su contrincante Adams Bay Rincón Meneses de Cambio Radical.
Su padrino político es Juan Carlos Quiñones, exalcalde de Barbacoas (2001-2003). Y aquí vienen aún más cuestionamientos.
En el 2010, este par de personajes se asociaron para crear la empresa certificadora IVS COMPAÑÍA DE CERTIFICACIONES S.A.S con código de acreditación 15CPR001. Las empresas certificadoras se encargan de verificar ante el Ministerio de Minas y Energía que las distintas estaciones cumplen con los requisitos de ley para entrar en funcionamiento.
En gran número de municipios, en especial fronterizos, estas empresas dieron certificaciones a estaciones de gasolina inexistentes o de papel permitiendo la venta ilegal del combustible enviado para estas.
La empresa de Hurtado presuntamente participó de este fraude en el municipio de Barbacoas, lo que habría causado que el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (Onac) la suspendiera de manera total, por manejos irregulares en las emisiones de certificaciones en el 2018.
Resulta que en septiembre de 2013, los investigadores de la Policía, descubrieron que Juan Carlos Quiñones Landázuri, a cambio de $30 millones hacía las ‘vueltas’ para conseguir los permisos de las estaciones de servicio fantasmas.
Por cada certificado tramitado legalmente, se cobraba $1’800.000 más IVA. Pero para certificar una estación fantasma se cobraban $7 millones. Para esa época las autoridades ya daban cuenta de 17 certificados expedidos irregularmente en 2010.
Las autoridades calculan que, en lo que se había indagado hasta el 2013, el Estado había perdido unos $3.300 millones por venta en el interior del país de combustible destinado para la frontera.
Además, Quiñones Landázurí fue mencionado en una sentencia de Justicia y Paz por haber inscrito alrededor de 130 paramilitares al SISBEN. Adicionalmente, la Procuraduría inhabilitó al exalcalde por 20 años para ejercer cargos públicos en marzo del 2008, ya que en 2003 omitió hacer una transferencia de $3.213 millones de pesos provenientes del Sistema General de Participación al sistema de salud del municipio.