Si los barranquilleros tenían alguna esperanza de que las cosas en la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo Triple A, iban a tener algún resultado beneficioso tras la intervención de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), ordenada por la Fiscalía General de la Nación, hace ya más de un año, estaban muy equivocados.

Desde aquella decisión tomada en octubre del 2018, en que el Gobierno nacional pretendió “castigar” los manejos corruptos que hubo al interior de la compañía y por los cuales se abrieron sendas investigaciones tanto en Colombia como en España, país de origen del accionista mayoritario (Inassa), lo que se ha visto es un deterioro paulatino del servicio y más concretamente una parálisis operacional de la empresa.

Un primer vistazo a la situación está relacionada con la última Asamblea Ordinaria de Accionistas que se realizó en el mes de marzo.

Lo primero por decir es que se realizó de manera virtual y en ella participaron un reducido número de accionistas, (no más de 20, de los 5.000 que tiene la compañía), advirtiendo que la SAE en cabeza del gerente Guillermo Peña Bernal, representa a Inassa quien posee el 82,16% de participación en Triple A, lo que significa que con su solo voto se decide.

También participaron el Distrito de Barranquilla que posee el 14,5% y otros inversionistas minoritarios privados que tienen el 3,34% de las acciones, siendo Canal Extensia Sociedad Anónima Unipersonal (SAU), el más grande de los pequeños.

Y no obstante las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, la virtualidad debía garantizar la participación al menos de la mayoría de los accionistas.

Corrupcionaldía.com conoció que solo a ese reducido número se les facilitó la conectividad. Pero además sólo tuvieron acceso a vídeo y audio el gerente, la secretaria general, el revisor fiscal, y el delegado del Distrito. Los demás participantes, únicamente pudieron formular preguntas por escrito de no más de 300 caracteres y muchas no fueron respondidas.

Al llegar al punto del informe del gerente, el representante del Distrito de Barranquilla se abstuvo de votar, es decir, no lo aprobó. Luego, más adelante al llegar al ítem de los estados financieros, se filtró que el Distrito también se iba a abstener de votarlos, pero justo en ese momento, supuestamente se presentó una falla técnica que obligó a “suspender” la asamblea. Transcurrido cierto tiempo, se decidió levantar la sesión sin haber concluido la reunión.

Casi dos meses después, en junio, quizás porque debió ser muy grande el daño tecnológico, se convocó a una nueva reunión de Asamblea Extraordinaria, bajo las mismas condiciones. Dado que ya estaba agotado parte del orden del día, se retomó desde donde había quedado. Y el Distrito, en esta segunda convocatoria decidió aprobar el informe de los estados financieros de la empresa.

Esto se da pese a las siguientes consideraciones: no se aprobó la repartición de utilidades, lo que evidentemente no es un buen síntoma de la salud financiera de la entidad. Se admitió por parte de la gerencia que ninguna entidad crediticia en la actualidad está dispuesta a prestar recursos a la Triple A.

Ningún banco quiere prestarle a la Triple A

La razón es que antes de que la Fiscalía la interviniera, la entidad había firmado un acuerdo de ‘stand still’ que significa permanecer quietos, y no adelantar el reperfilamiento de la deuda que había pedido la compañía con los bancos en ese momento, hasta tanto no se resolvieran de fondo los problemas jurídicos que enfrentaban. Y se decidió que sin un nuevo reperfilamiento no habría nuevos préstamos.

Y si bien nunca hubo impago por parte de la empresa, en los actuales momentos se mantiene ese acuerdo con Bancolombia, el Grupo Aval, el Scotian Bank y el Itaú. Así las cosas, hoy, la Triple A prácticamente vive de sus recaudos.

Al respecto, el gerente Peña dijo recientemente en medios locales de comunicación que los bancos no le querían prestar a la Triple A porque “temían que volvieran los españoles”, lo cual carece de fundamento.

Porque por un lado existe el acuerdo mencionado, por otro, a lo que los bancos temen es a los resultados que dan las empresas cuando pasan a ser manejadas por la cuestionada SAE y en tercer lugar no es tan cierto que los españoles se hayan ido, pues parece se le olvida al funcionario quien depende de una entidad estatal, que la SAE es solo un secuestre y que la extinción de dominio no se ha hecho efectiva, es decir, las acciones siguen siendo de Inassa hasta tanto la justicia diga lo contrario.

Al finalizar la última asamblea, los accionistas minoritarios se quejaron de la posición dominante que viene ejerciendo la SAE sobre la empresa, pues así no cuenten ni con un 5% de las acciones, tienen los mismos derechos da voz y voto y a que sean atendidas sus solicitudes, y aseguraron que la situación que se presentó en estas últimas asambleas, es inédita y nunca se habían sentido tan ignorados cuando Inassa mantenía su estatus de accionaria mayoritaria.

Lo ocurrido llama aún más la atención teniendo en cuenta que los representantes de la SAE fungen como funcionarios públicos que se deben a los intereses de los usuarios, pero también a la totalidad de los accionistas.

OTROS PROBLEMAS

Frente al tema operativo y de prestación de servicios, la empresa enfrenta hoy varios inconvenientes.

Por un lado cada vez son más frecuentes los arreglos por rompimiento de tuberías en diversos sectores de la ciudad. Resulta que la no entrada en operación del famoso megatanque que ha tenido toda una serie de inconvenientes técnicos para entrar en funcionamiento, ha impedido controlar la presión del agua en horas de la noche cuando hay menor demanda.

Si el tanque estuviera funcionando podría ser llenado en horas de la noche, desviando así la presión y evitando el rompimiento de la red.

Protesta de los trabajadores de Aseo Técnico.

Y hoy precisamente salió a relucir escollo que tendrá que enfrentar con el servicio de aseo, debido a la decisión que tomó la empresa de asumir de manera directa esta operación y finiquitar el contrato que mantenía con Aseo Técnico.

Corrupcionaldía.com pudo establecer que la empresa ya está prestando de manera directa el servicio en varios municipios del Atlántico y en algunas zonas de Barranquilla.

La empresa Aseo Técnico irá hasta este 30 de junio. Por lo cual Triple A arrendó varios carros compactadores, cuyo costo mensual se desconoce, que funcionan a gas y no a diésel.

En consecuencia la capacidad de estas compactadoras es menor porque el tanque de gas ocupa espacio en el vehículo, lo que obligará a aumentar el número de recorridos que se tenían y el servicio se encarecerá indefectiblemente por dos razones: una que hay escasez de gas en el país y lo que se vislumbra es la necesidad de importar el combustible, que con un dólar disparado encarecerá la operación.

A esto se suman los reclamos de al menos 120 trabajadores de Aseo Técnico que hoy protestaron y pararon actividades por cuanto Triple A no les ha garantizado una contratación.

Hilando delgado lo que algunos entre dientes comentan y temen es que la decisión de la Triple A de asumir de manera directa el servicio de aseo, haya respondido a intereses políticos o clientelistas, y no a un estructurado programa de mejoramiento y crecimiento de la compañía, que se supone fue para lo que la intervino el Estado colombiano.

Lamentable sería si esos temores fueran ciertos, pues se supone que el objetivo de la intervención era precisamente erradicar de la compañía prácticas corruptas que terminaron dejando en manos extranjeras uno de los patrimonios de la ciudad.

En resumen, el panorama no pinta prometedor para la empresa de servicios públicos que llegó a ser catalogada como una de las más eficiente y mejores del país.

El servicio de aseo en Barranquilla ha quedado en el limbo.
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