Por: Jan Slodvak

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El 13 de noviembre pasado los medios de comunicación y la ciudadanía barranquillera esperaban ansiosos el fallo de la Procuraduría General de la Nación a raíz de la investigación que adelantaba personalmente el jefe de esa cartera, Fernando Carrillo, en contra de miembros de la cúpula administrativa de la Triple A por el pago ilegal multimillonario a Inassa debido a una asistencia técnica que nunca se dio.  Todos esperaban un fallo transcendental que le diera esperanzas a la aspiración ciudadana de recuperar su empresa de servicios públicos Triple A, pero, como siempre, nada cambió.

En últimas, solo podemos concluir que para la Procuraduría, el actual gerente general, Ramón Hemer Redondo, quien lleva más de 15 años trabajando en la Triple A, y hombre de confianza de Canal de Isabel II, empresa española propietaria de la mayoría de las acciones de esta empresa de servicios públicos, no conoce la estructura administrativa de la empresa.

Veamos:

Fueron llamados a responder por esta defraudación multimillonaria, el más grande escándalo de corrupción en Barranquilla,  Ramón Navarro Pereira, ex gerente –durante un largo tiempo– de Triple A, Julieta Serrano, gerente financiera y Ramón Hemer Redondo, actual gerente.

Navarro confesó de salida. Serrano se negó pero al final logró un acuerdo sobre su sanción aceptando responsabilidad.

Ramón Hemer, gerente general de Triple A, espera que comience la diligencia en la Procuraduría Regional. Luis Felipe De la Hoz, El Heraldo.

A Hemer, que había entregado un sobre con documentos a la Procuraduría el día en que le recogió su testimonio, salió sin “ningún rasguño”, ileso, pues según dice el ente público, apenas “llevaba 19 días en el cargo –asumió la gerencia de Triple A el 7 de septiembre de 2017– cuando ordenó el pago y por eso quedó exento del acción disciplinaria”.

Cambio fundamental de perspectivas de la Procuraduría pues en los inicios de la investigación, sostuvo que Hemer, teniendo tan solo tres semanas desde su posesión, ordenó girar el dinero a Inassa pagando $973 millones.  En las dos posiciones, la inicial investigativa y la contenida en el fallo absolutorio de la acción disciplinaria se hace hincapié en el factor de la precariedad del tiempo de Hemer en esta posición dentro de la estructura administrativa de la Triple A.

Eso no es cierto y no corresponde a la realidad de los hechos, señor Procurador General Carrillo y se lo demostraremos. Hemer fue colocado por la Junta Directiva controlada por los españoles por su carácter de hombre de confianza fogueado en un largo tiempo de servicio dentro de la organización que lo convierte en conocedor de sus más fulgurantes secretos. Uno de ellos, en su calidad de gerente de operaciones, era que podía certificar si la famosa “asistencia técnica” era real o solo un elegante concepto para sacar recursos sin soporte fundamental.

Ramón Hemer Redondo anda dando vueltas por la Triple A desde los inicios de esta empresa. En el Acta 10, correspondiente a la reunión ordinaria  de la Asamblea General de Accionistas de la Triple A, cumplida el 29 de marzo de 1996, aparece con esa calidad, con 50 acciones de clase B, equivalentes al 0.0038% de las acciones de su clase. Véase la fecha en donde Hemer Redondo se encuentra ya instalado dentro de la Triple A: marzo de 1996.

Pero allí no queda su vinculación. Desde el 2011, siendo gerente general Ramón Navarro Pereira de Triple A, Julieta Serrano, gerente financiero, aparecía Ramón Hemmer Redondo como gerente de operaciones de esa entidad. En el comando directivo de esa empresa, y como tal, conocedor, paso por paso, de cada uno de sus vericuetos, de tan buena forma que logró que la Junta Directiva (accionistas españoles vía Inassa y Canal Isabel II) lo nombraran en esa posición en calidad provisional de encargado hasta su posterior nombramiento en firme.

Resulta difícil creer que Hemer no conocía de estos pagos por asistencia técnica si precisamente era gerente de operaciones.

Conjetura: le dio a la Procuraduría documentos confidenciales reportando que la tal asistencia técnica era una elegante manera de girar recursos al exterior sin ningún soporte legal?

Una contradicción al respecto de la asistencia técnica y sus bondades es la carta que envía el 17 de noviembre de 2017, Ramón Hemer Redondo, gerente de la Triple A, a Bibiana Guerrero, Directora técnica para acueducto, alcantarillado y aseo de la Superintendencia de Servicios Públicos, solicitando unas aclaraciones sobre petición de información que requiere la citada funcionaria. Pide confidencialidad integral para los documentos que envía:

  • Origen y soporte de asistencia técnica entre Inassa, Distrito de Barranquilla y Triple A
  • Finalidad de la asistencia técnica
  • Concepto general en la legislación de asistencia técnica
  • De la función de asistencia técnica como incentivo económico para la vinculación de un socio calificado
  • Elementos de prueba de la existencia de la asistencia técnica

Lo cierto es que Ramón Hemer, en la actual coyuntura con una Junta Directiva controlada por la Sociedad de Activos Especiales (en próxima entrega dilucidaremos su composición y alcances) tiene una posición precaria. Al menos claro, que aplique la misma metodología que usó con la Procuraduría y logre “atornillarse” en el puesto acomodándose a los nuevos cambios.

Total, Hemer quedó fuera de sospecha u objeción disciplinaria y puede seguir, por ahora, con el control de la cuestionada empresa de servicios públicos.

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